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Según pudo saber este periódico, a la menor se le ha realizado la prueba del mantún o tuberculina, que ha dado positivo, pero todavía no se conoce el resultado de la radiografía que se le ha realizado en un centro hospitalario y no se han podido analizar los esputos de la menor porque no tiene.
Según los trabajadores, resulta extraño que sin tener más pruebas se aísle a esta persona.
Según los médicos, hace falta recoger esputos para poder tener certeza de la existencia de bacilos de tuberculosis y poner un tratamiento.
A pesar de que esta enfermedad se transmite por el aire, fuentes conocedoras de los hechos critican que se haya tomado la decisión antes de realizar un diagnóstico y dudan de la legalidad de aislar a una menor sin pruebas concluyentes.
De hecho, la Guardia Civil se negó a desplazar a esta menor al hospital en uno de sus coches, por el supuesto riesgo que corrían sus agentes de contagiarse.
Fuentes de la Consejería de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno canario señalaron que no podían dar datos al respecto, alegando que se trata del expediente de una menor de edad.
El doctor Ramón Fernández, neumólogo del Hospital Universitario de Canarias (HUC), explicó en términos generales cómo se diagnostica y trata la tuberculosis. Fernández afirmó que la prueba de la tuberculina no es definitiva, sólo quiere decir que ha existido "un contacto del individuo con el bacilo". "Por el pulmón pasan todos los días muchos litros de aire, que va con gérmenes y con lo que haya en el ambiente", explicó el neumólogo. Se puede "vivir con el bacilo, sin que eso provoque la enfermedad", detalló el especialista, que en este caso define como "infección latente" a este estado.
El especialista puntualizó que "la tuberculina en sí no implica nada". "Cuando detectamos que hay bacilos es cuando lo vemos en los esputos", agregó.
También se realiza una radiografía de tórax en la que "se pueden ver signos" que orientan al especialista para diagnosticar la enfermedad.
Sobre la eficacia de una medida de aislamiento, el neumólogo del HUC opina que depende de los casos. "Cuando tenemos un caso de una persona que está tosiendo y expulsando al ambiente gérmenes sí es eficaz el aislamiento, pero no el aislamiento de gente con la que no tuvo contacto, porque muchas veces esa persona lleva en su ambiente familiar bastante tiempo contagiando ya", explicó.
Lo importante, en cualquier caso, "es detectar muy pronto" la enfermedad, para que el afectado tenga poco tiempo esa capacidad de contagio. En ese sentido, los periodos de tiempo más peligrosos para el contagio son cuando el enfermo aún no ha sido diagnosticado y "las primeras semanas, días después de iniciar el tratamiento".
Cifras normales
El doctor Ramón Fernández también hizo hincapié en que el tratamiento debe seguirse a rajatabla. Son seis meses de tratamiento y es muy importante que "aunque el paciente mejore cumpla todo el tratamiento de manera escrupulosa". Si no lo hace así, la tuberculosis no se cura, el paciente sigue contagiándola y corre el riesgo de que se convierta en tuberculosis ultrarresistente, mucho más difícil de curar que la que le fue diagnosticada en un principio.
Según los datos de la Consejería de Sanidad, hasta el 5 de febrero de este año tenían contabilizados 278 casos de tuberculosis respiratoria en Canarias, lo que arroja una tasa de 14,45.
Las cifras de las Islas no son alarmantes, ya que no se encuentran entre las comunidades con mayor tasa de esta enfermedad. No obstante, la tuberculosis es la segunda enfermedad infecciosa de mayor tasa, por detrás de la varicela.
A pesar de que esta patología es de declaración obligatoria, no se pudo recabar datos actuales sobre los últimos casos de tuberculosis, ya que, según Salud Pública, estaban ultimando la contabilización y cierre de los datos de 2007.
Fuente: El dia.es
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