Hay un dicho español y asturiano que dice: “Tanto va el cántaro a la fuente….”. El refrán popular puede que sea una manera de explicar una filosofía de andar por casa, aunque no tan científica como las Leyes de la Estadística o la Teoría del Caos. El refrán podría concluirse con un titulo de un libro del escritor García Márquez “Crónica de una muerte anunciada”.Muchos conocíamos que las intervenciones presuntamente xenófobas, cuando menos prepotentes, obviando la legislación de menores, a favor de la ley de extranjería, por parte del I.A.A.S.I.F.A. y la Fiscalía de Menores acabarían con una injusticia, como es la de ingresar en prisión a un menor. Dicen que en Guantánamo también los hay.
Alguien no escucha a el menor y a partir de ahí se inicia un periplo de malas actuaciones que acaban no reconociendo la edad del menor y dan con sus huesos en Centros de Internamiento de Extranjeros- para Adultos-, en primer lugar y en segundo lugar en la Prisión de Villabona.
La legislación dice que todo menor debe ser oído y escuchado y en caso de duda debe actuarse en beneficio del menor.
Alguien responsable del menor tuvo la certeza de que era mayor y con su decisión involucro a jueces, fiscales, C.I.E.s, abogados, ONGs, y Centro Penitenciario.
La Delegación del Gobierno en Asturias no dijo nada. La fiscalía del Menor ,en principio, declina su participación a favor de una juez, la juez paraliza un procedimiento pendiente donde esta inmerso el menor hasta que se verifique exactamente cual es la edad. La Fiscalía posteriormente solicita a Instituciones Penitenciarias que se libere al menor. Actualmente el menor debiera depender del I.A.A.S.I.F.A. y debiera estar amparado y tutelado por esa institución. ¿Realmente lo esta o vive en la calle?
Tal parece que lo ocurrido sea un error, sin embargo creo que no lo es.
Para que se produzcan cambios y mutaciones es necesario que el ser vivo tenga unas condiciones para reproducirlo y las condiciones externas deben favorecer, o no oponerse en principio, al cambio.
En este caso injusto de ubicar a un menor en una prisión se dieron las circunstancias necesarias para que se produjera el “error”. No debieran producirse más y reproducirse nunca. En otras especialidades, las medicas, por ejemplo, las células cancerigenas son motivo de radiación o quimioterapia, cuando no de extirpación quirúrgica.
Quizá el Tribunal Superior de Justicia sea el mejor cirujano para valorar esta situación.
¡¡Nunca mais!!
Oviedo 15 de junio de 2009
J.Aurelio Sánchez Fernandez ( Educador)



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