Dejar de vender CD´s y conseguir los papeles a través de un empleo legal no es fácil, pero en Asturias es más difícil que en otras comunidades. Este es solo uno de los casos de discriminación racial denunciados ayer por los representantes de Sos Racismu, pero el informe del 2008 también menciona a Asturias con motivo de campañas policiales de acoso, presencia de grupos neonazis o irregularidades con menores no acompañados.
Las órdenes de expulsión son ineludibles en Asturias
La oficina única de Extranjería, situada en Oviedo, no admite las solicitudes para conseguir un permiso de trabajo si sobre el solicitante pesa una orden de expulsión. Las puertas también se cierran si esta orden pesa sobre un inmigrante que demanda la residencia por arraigo social. Aunque Extranjería depende de Delegación de Gobierno, el procedimiento no es el mismo en otras comunidades autónomas, en las que prima la regularización sobre la expulsión y los papeles se admiten de todos modos.
La responsable de Sos Racismu Itxaso Agirre explicó ayer que estas trabas afectan sobre todo al colectivo senegalés, formado en Asturias aproximadamente por 500 personas. La detención por venta ilegal de CD´s es suficiente para la apertura del expediente de expulsión, y es "fácil que los detengan", lo que les impide legalizar su situación en el Principado. Algunos de los casos que se han registrado, critica la organización, afectaron a inmigrantes con más de tres años de estancia en Asturias que acabaron abandonando el país. En el Principado, lamenta Agirre, la única forma arreglar los papeles es "a través del matrimonio o teniendo un hijo español".
Doble discriminación por vestir un hiyab en Oviedo
Una mujer marroquí fue objeto en septiembre del año pasado de una agresión en las calles de Oviedo. Al ver que vestía un hiyab --el velo islámico-, un hombre comenzó a insultarla, al tiempo que intentó arrebatarle el pañuelo por la fuerza. La víctima fue auxiliada por su empleador, a quien precisamente se encontraba esperando. Ambos obligaron al individuo a acudir con ellos a comisaría para interponer la denuncia, pero los agentes, critica la abogada Ana Taboada, dejaron irse al agresor. Sos Racismu añade que los funcionarios dijeron a este individuo mientras se marchaba que "en este país ella no tiene nada que hacer", asegurando además que el agresor tenía razón al intentar quitar el hiyab. La organización ha reclamado una investigación de los hechos en Delegación de Gobierno y aún no tiene respuesta.
La denuncia se suma a la ya conocida de la operación Transport Express , que llevó a la detención de más de 100 ciudadanos de nacionalidad extranjera en Oviedo y de un número sin determinar en el resto de ciudades asturianas. Todos ellos pasaron, al menos, una noche en el calabozo, sufrieron la apertura de un expediente de expulsión y por último quedaron en libertad. En comisaría, algunos solo fueron alimentados una vez al día, mientras que a varios musulmanes se les dieron platos a base de cerdo. Sos Racismu asegura que la identificación de extranjeros en estaciones de autobuses o de ferrocarril "es constante".
La UPA del Centro Materno infantil de Oviedo
Tres años después de la primera afluencia importante de menores no acompañados en Asturias, Sos Racismu detecta que el problema de hacinamiento denunciado a lo largo del 2008 comienza a solucionarse poco a poco, y se trata de evitar que los menores permanezcan en la la Unidad de Primera Acogida (UPA) más que los 45 días que establece la ley.
Sin embargo, Ana Taboada reprocha a la administración una conducta discriminatoria atendiendo a la procedencia de los menores. Según mantiene, "los menores marroquíes ( o sea el 70% del total de menores) están una media de cinco meses, frente a la sorprendente rapidez con la que los menores de otras nacionalidades son derivados a otros recursos". La letrada alertó de la peligrosidad derivada de separar a los menores según su nacionalidad. Además, Itxaso Agirre apuntó además el problema de que estos menores alcancen la mayoría de edad sin que los papeles estén en regla, situación que fue denunciada recientemente por la asociación Azahra.
Otras acciones discriminatorias detectadas por Sos Racismu y censuradas ayer fueron la organización de un concierto neonazi en Oviedo --que finalmente no se celebró-- o el sometimiento de dos menores marroquíes a las pruebas oseométricas para confirmar su edad, cuando la documentación que portaban ya la probaba. Estos dos menores iban a ser internados en un centro de adultos, pero se logró la suspensión cautelar de la orden. Un tercero, sin embargo, fue expulsado. Por otra parte, los portavoces de Sos Racismu lamentaron que ni la consejera de Bienestar Social, Noemí Martín, ni el delegado de Gobierno, Antonio Trevín, les concedan sendas entrevistas que solicitaron hace meses.
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