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"NUESTRO SINDICATO SE NUTRE EXCLUSIVAMENTE DE LAS CUOTAS DE LOS AFILIADOS Y NUESTRAS CUOTAS SON ABSOLUTAMENTE TRANSPARENTES”
Candido MENDEZ ( Secretario General de la U.G.T. )
Tal y como ha quedado dicho en mi anterior artículo, donde nos preguntábamos por las madrigueras donde permanecen escondidas las cúpulas de los autodenominados sindicatos mayoritarios de clase – CC.OO. y U.G.T. -, hoy me referiré a la financiación real de sus aparatos, no sin antes dejar muy claro que, con las aportaciones de casi millón y medio de afiliados no alcanzan ni siquiera para pagar la luz de sus locales, dándose la tristísima paradoja de que estas centrales sindicales lideradas por TOXO Y MENDEZ dependen económicamente no de quienes deberían representar – los trabajadores – sino de quienes, al menos teóricamente, se tienen que enfrentar, esto es de los gobiernos y de los empresarios.
Estamos, por tanto, ante uno de los ejemplos más claros de cómo la dependencia económica conlleva la dependencia política, ideológica o sindical. Dicho de otra manera; que aquello que los llamados sindicatos mayoritarios vienen presentando como conquistas sindicales en la democracia, a saber: dejar de depender de sí mismos para pasar a ser financiados directamente por los Presupuestos Generales del Estado y la Patronal, no ha sido sino la soga que el propio sistema ha colocado al cuello de estas centrales sindicales, pasando, de esa manera, a formar parte del sistema de poder dominante. Y, desde esa cruda realidad, a nadie le puede extrañar que estos sindicatos, ......, guarden silencio ante la gravísima crisis que padecemos el conjunto de los trabajadores españoles y no salgan de sus escondrijos para ejercer la que debiera ser su principal labor, y por la que perciben millones y millones de euros del Gobierno y de la Patronal: la defensa de los trabajadores.
La gravísima situación que se vive en nuestro país – probablemente no hay en el mundo en estos momentos una economía en peor situación financiera que la España del vallisoletano – es de ínterin por parte de todas las fuerzas políticas y sociales, incluyendo, claro está, los llamados sindicatos mayoritarios y de clase, CC.OO. y U.G.T. Todas ellas, antes de comprometerse ante una realidad tan cruda – resulta patética la posición mantenida en el pasado por el PSOE y grotesca desde que se inició la crisis, no sólo negando esta sino ufanándose de no estar a favor de un sector financiero nacionalizado o erigiéndose en los más acérrimos defensores de la libertad de las empresas, incluída la libertad de hundirse -, parecen haber optado por aguantar y dejar pasar el tiempo con la vana ilusión de que éste solucione parte de los problemas, ahora que todavía no se han hecho totalmente insoportables. El gobierno de ZP está sobrepasado por los acontecimientos, pero sólo pretende ir tirando para ganar tiempo – el próximo 7 de junio se celebran las elecciones europeas al parlamento más inútil y más costoso del mundo – con la esperanza de que la ola de la crisis no se convierta en tsunami que lo arrastre todo con él. Actúa desorientado y bajo el pánico, dando palos de ciego, respondiendo al día día, sin ningún plan y sobretodo rehuyendo afrontar la situación extremadamente grave de la economía española, donde el paro bate todos los records históricos de nuestro país y de Europa en un camino loco y desenfrenado hacia los SEIS MILLONES DE PARADOS para finales del presente año 2009.
Pues claro que hay que abordar con urgencia una reforma laboral en profundidad para acabar con ese nefasto modelo de precariedad laboral impuesto en 1984 por el gobierno felipista del PSOE, para abordar la construcción de un modelo productivo basado en la alta productividad y no en la precariedad y en los bajos salarios. No, no se trata, como dicen la patronal y el gobierno, de que tengamos poca competitividad y comparativamente muy bajos niveles de productividad porque nuestro sistema de relaciones laborales y nuestro mercado de trabajo sean rígidos. Más bien convendría – pienso yo – analizar si el problema no es todo lo contrario. Sin embargo, mientras los trabajadores van engrosando las listas del paro a un ritmo de 6.000 personas diarias, la Seguridad Social se hace inviable a muy corto plazo y aumentan las personas en exclusión y en la pobreza – más de 1,5 millones de trabajadores han agotado la prestación y no cobran el paro -, los TOXOS y los CANDIDOS continúan callándose (...) atropellos que viene sufriendo en exclusiva la clase trabajadora para afirmar, sin ponerse coloraos, que no existen motivos para una huelga general. Por una minucia, comparándola con la situación de extrema gravedad que vivímos en la actualidad, estos mismos sindicatos hicieron la única huelga general de 24 horas que ha vivido España en el siglo XXI y le costó el puesto al entonces ministro de Trabajo Juan Carlos Aparicio. Pero, claro, en aquella ocasión gobernaban otros. ¿ Por qué se callan ahora ?
Todo se comprende cuando se analiza la FINANCIACION SINDICAL. En efecto, estos sindicatos reciben anualmente más de 35.000 millones de pesetas procedentes de las arcas del Estado, siempre según los datos oficiales del BOE, y ello significa que cada contribuyente a la SEGURIDAD SOCIAL aporta anualmente 2.500 pesetas sólo para los sindicatos. Si a ello sumamos, los miles y miles de millones de pesetas procedentes del FONDO SOCIAL EUROPEO o el percibido de cada una de las autonomías, ayuntamientos y empresas públicas y no públicas, la cuantía se dispara a una cifra muy superior, dificil de averiguar en su totalidad. La mayoría de esta cantidad se destina a financiar aparentemente cursos de formación - la mayoría de ellos ni siquiera se realizan, pero se cobran en su integridad – todos ellos preñados de corrupciones en sumo grado de lo que los Juzgados de nuestro país son fieles testigos de esta más que repugnante actuación (...). Pero, si al negocio de la formación (....), ya sorprenden a pocos, existen otras facetas qué, quizás, sean menos conocidas y sin embargo son mucho más rentables y mucho más peligrosas. Me refiero al GRAN NEGOCIO de los seguros, una excelente inversión para el capitalismo, donde, tanto CC.OO. como U.G.T. no se han quedado parados.
Hace años que CC.OO. es accionista de la multinacional ATLANTIS en la que posee un 5 por ciento de su accionariado. En los finales del año 2006, U.G.T. vendió a esta misma multinacional el 80 por ciento de su aseguradora ASP de la que era el único accionista, adquiriendo el 5 por ciento del accionariado de ATLANTIS. De esta manera los llamados sindicatos de clase, tan combativos ellos contra las multinacionales, quedaron convertidos en socios preferentes de la multinacional ATLANTIS, donde el accionista mayoritario es la aseguradora gabacha MAIF. Por otra parte, no deja de ser asombroso que ambos sindicatos se garantizaran el negocio de las pensiones de los funcionarios públicos a través de la empresa GESTION DE PREVISION Y PENSIONES, de la que forman parte de su accionariado junto con el BBVA - 70% BBVA, 15 % U.G.T. y 15 % CC.OO. – que fue elegida mediante concurso público a través de una comisión de la que formaban parte los dos sindicatos mayoritarios. Vamos, que se “autoeligieron”. Al mundillo de las aseguradoras se le abre otra gran línea de negocio en el futuro próximo, como es el de los despidos encubiertos bajo la careta de las prejubilaciones, y la operación ATLANTIS es un primer paso. De entre los chanchullos indecentes que han ocurrido en la utilización de trabajadores para obtener réditos, el que más nos ha llamado la atención es el caso de la empresa vasca BABCOCK, una sucursal de la multinacional austriaca “AUSTRIAN ENERGY” desde su privatización por parte de la SEPI en la anterior legislatura, del que nos ocuparemos monográficamente en otro artículo, entre otras cuestiones, por las implicaciones de la U.G.T.-METAL en su doble contexto estatal y asturiano.
En definitiva, el teatro bursátil tiene un nuevo protagonista desde hace tiempo: las llamadas centrales sindicales mayoritarias y de clase, que si hasta hace unos años tenían una presencia irrelevante en el mercado de la renta variable, en los momentos actuales ocupan un papel cada vez más importante, hasta el punto de que manejan cerca del 0,5 por ciento de la capitalización total de la renta variable española, que en agosto de 2008, según los datos publicados por la Bolsa de Madrid, ascendía a 1,2 billones de euros, practicamente el PIB de España previsto para el año 2008. En concreto, 40.686 millones de euros son controlados directamente por los sindicatos mayoritarios y de clase a través de las comisiones de control de los planes de pensiones, de los cuales, algo más del 14 por ciento está invertido en renta variable, es decir, unos 5.600 millones de euros que vienen a representar ese 0,5 por ciento de la capitalización de la renta variable española, una de las primeras del mundo. Siempre según datos de INVERCO, la mayor parte de las inversiones sindicales – el 48 por ciento – se dirige a emisiones de renta fija, mientras que otro 13,8 por ciento se invierten en renta variable internacional en busca de una rentabilidad mayor. El 11,5 por ciento es depositado en otros activos distintos a la renta fija o variable y un 12,2 por ciento se mantiene líquido en tesorería. ¿ No hemos tenido bastante con la experiencia de U.G.T en la aseguradora UNIAL y la promotora de viviendas PSV que dejaron transformado a la central sindical de Cándido MENDEZ en la UNION GENERAL DE TIMADORES ?
Quiero cerrar esta pequeña introducción (....), afirmando que, si lo que defienden estos llamados sindicatos mayoritarios y de clase son los intereses del capital, en ningún momento pueden a la vez luchar por los intereses de los trabajadores. El que paga manda, y hoy se puede decir en voz muy alta que CC.OO. y U.G.T., sin ningún género de dudas, que son organizaciones imprescindibles tanto para la patronal como para el gobierno de turno, en este caso el de Zapatero y sus zepelines, sin los cuales no consiguirían imponer su política neoliberal, ni los recortes de los derechos de los trabajadores por los que éstos han luchado -HEMOS LUCHADO- durante tantos años. ¡ A LA MIERDA!
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