El juez suspende la expulsión de una persona de origen senegalés del "caso" Cubo Express

El juez del Contencioso número 1 de Oviedo decidió ayer la suspensión de la expulsión del país de uno de los senegaleses trabajadores sin papeles de la empresa de reparto de cubos de basura Cubo Express, que había sido detenido el lunes cuando cumplía la orden en comisaría de presentarse los días 1 y 15 de cada mes.

Según explicó la abogada de SOS-Racismo, Ana Taboada, la suspensión de la orden de expulsión es de forma cautelar y N.M. quedó en libertad pasadas las dos de la tarde. Hay que recordar que está abierto un procedimiento de instrucción tras la investigación policial de lo ocurrido en Cubo Express y que destapó, en enero, la supuesta trama del uso de inmigrantes ilegales en esa empresa a los que se les asignaba nombres de otras personas que estaban legalmente en España.

De hecho, se descubrió cuando murió uno de los trabajadores el 6 de diciembre, tras 15 meses en coma en el hospital por haber sufrido un accidente con el camión de reparto de cubos. Al ir a identificarle un familiar comprobó que el nombre con el que figuraba no era realmente el suyo.

La operación policial concluyó con la detención de tres directivos de la empresa que, posteriormente, quedaron en libertad con cargos y de los inmigrantes que tras declarar quedaron en libertad. Estos trabajadores afirmaron que el trato que les daban era "de esclavos" y que se sentían como "animales".

Para la abogada de SOS-Racismo, los indocumentados son utilizados por la economía sumergida que, a través de un entramado de subcontratadas, por ejemplo en la construcción, "propicia este tipo de negocios donde explotan al empleado, que trabaja sin cobertura social y cuando hay un accidente o una baja son despedidos sin ningún tipo de garantías".

Esto era lo que ocurría en la empresa de reparto de cubos de basura, según declararon en su día los senegaleses. Así, señalaron que el empresario era el rey porque "sabe que no puedes decir nada porque no tienes papeles y que necesitas el dinero para sobrevivir", añaden. En este sentido, afirmaron que ante cualquier incidencia --pérdida de llaves o un día enfermo de gripe-- se les descontaba 50 euros e, incluso, esa misma cantidad también fue descontada por llamar por teléfono al jefe para hacerle una pregunta. "Sabemos que nos explotan pero tenemos que pagar el piso, la comida y mandar dinero a la familia en Africa", manifestaron.

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