
A LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS (MADRID,por ejemplo)
Nos habéis visto manifestarnos aquí, en la puerta de vuestro lugar de trabajo. Os hemos repartido información, nos habéis escuchado gritar. Algun@s habéis preguntado o nos habéis dado ánimos, otr@s os habéis sumado a las concentraciones, vari@s nos habéis sugerido distintas formas de luchar y la mayoría habéis pasado en silencio.
Con estas líneas queremos dirigirnos directamente a vosotr@s. Como sabéis, desde hace más de 2 años venimos denunciando violaciones de los derechos humanos en centros (de menores) que dependen del IMMF. El adolescente Hamid el Amrani murió en uno de esos centros, Picón del Jarama. Otr@s chavales han sido hospitalizad@s a causa de hechos sucedidos en el mismo lugar y la situación no parece que vaya a mejorar a corto plazo.
Cuando venimos a protestar, no lo hacemos contra vosotr@s. Más bien nos gustaría que fuese con vosotr@s. Sabemos que a la mayoría os parece injusto que se encierre a adolescentes en celdas de aislamiento, se les medique a la fuerza, se les humille, se les induzca a autolesionarse... y se les convierta en un negocio para los allegados de quienes dirigen el IMMF. Sabemos que os parece injusto... pero nos sorprende que muy poc@s os suméis a las movilizaciones en favor de est@s chavales. No podemos dejar de preguntarnos por qué.
Much@s os estáis esforzando por cambiar la situación “desde dentro”, pero sinceramente pensamos que eso no es suficiente. No se puede resolver sin conflicto el hecho de que cada técnic@ de tutela tramite una media de 200 expedientes, con el desamparo para l@s tutelad@s que eso supone. No puede evitarse sin lucha que cuando personas anónimas e incluso organismos públicos pidan explicaciones a los directivos del IMMF, estos las nieguen. Cuando un niño muere y nada cambia, significa que la situación está demasiado podrida como para resolverla en los despachos.
Paloma Martín o Victoria Ruiz seguirán enviando a niños y niñas a las empresas de sus conocidos políticos, aunque allí se les maltrate y se les convierta en mercancías.
Efectivamente protestar es un riesgo para los trabajadores, y quienes se nieguen a colaborar con el maltrato tal vez sufran represalias. Pero si un día decidisteis dedicaros a esto se supone que fue en conciencia. Cada vez que miráis a otro lado, decís que “no se puede hacer nada” o insinuáis que no es vuestro papel actuar, ponéis una losa más sobre la vida de los niños y niñas tutelad@s.
El cadáver de Hamid ya está en su tierra natal junto a su madre sin recursos. Paloma Martín pretendía que su cuerpo fuese a una fosa común y se negó a repatriarlo, tuvo que hacerlo una fundación marroquí. Otr@s much@s chavales han sufrido daños irreparables. Nuca olvidarán el hacinamiento, la falta de un sitio al que llamar “hogar”, la violencia entre iguales y desde quienes deberían “protegerles”, los gritos de rabia y dolor, los embarazos prematuros, el abandono o las horas solitarias en una celda, sin más actividad posible que dormir o autolesionarse. Pero hay chicos y chicas que aún tienen esperanza.
Esperamos vuestras respuestas, opiniones, críticas e ideas en este correo electrónico: comunicacion@centrosdemenores.com
Asamblea contra los Centros de Menores Cerrados
www.centrosdemenores.com
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