El día histórico que un negro llega a ser presidente de los Estados Unidos de América, las caras de un grupo de senegaleses que acaban de perder su trabajo denotan impotencia e inquietud pese a llevar meses "sintiéndose esclavos". Forman parte del grupo de trabajadores que tenía una empresa de cubos de basura en Oviedo, cuyos tres responsables fueron detenidos por la Policía en la ´operación express´ la semana pasada y que están en libertad con cargos acusados de presuntos delitos contra el derecho de los trabajadores y falsificación documental. FJ.G.A, de 35 años con domicilio en Oviedo; SJ.O.A. de 38 años natural de La Coruña y domiciliado en Oviedo y A.F.M., de 27 años, natural de Oviedo y domicilio en Grado están imputados por usar a extranjeros sin papeles con identidades usurpadas. Todo se descubrió al morir uno de los empleados el pasado 6 de diciembre.
Los que hasta ahora trabajaron a sus órdenes --que prefieren quedar en el anonimato-- aseguran que tenían la sensación de ser "menos que un animal" ya que "te gritan y no podías hacer nada porque ellos decían: a la calle!".
Todos empezaron a trabajar por el boca a boca, aunque no sean familia "cuando uno necesita trabajo entre todos nos ayudamos". Se enteraron de que había trabajo en Cubo Express. "Nos cogen el nombre y el número de teléfono, cuando llegas ellos te dan un nombre, no hay que firmar nada y directamente te mandan al camión a poner cubos sin que nadie te diga como funciona", explican. El joven fallecido cayó del camión en marcha. Estuvo 15 meses en coma. La empresa no se interesó por él en ningún momento.
Con el trabajo empieza también su condena. Tal como la Policía Nacional había señalado en su investigación, no tienen vacaciones, un sueldo fijo independientemente de las horas que trabajasen, sin nómina y sin pagas extraordinarias. De hecho, cualquier contratiempo les suponía una sanción de 50 euros. Así, por ejemplo, "dos días en casa por estar enfermo de gripe te quitaban 100 euros", dicen. Además de colocar los cubos, en algunos edificios también tiene esta empresa contratada la bajada de la basura, pero perder una llave "porque el bolsillo de la ropa de trabajo estaba roto", explican, también costó otros 50 euros. Esta misma cantidad también fue descontada por avisar a las tres de la madrugada a un encargado de que un chófer no había pasado a recoger a un empleado y al que preguntaba qué hacía. "Descontó 50 euros por despertarle", indican.
Los sueldos oscilaban entre los 360 euros, 650 y 950 euros según los turnos, con una franja que va desde las 19 horas a las 6.15 horas de la madrugada. El más alto hacía todos los turnos seguidos hasta recoger de nuevo todos los cubos. Sin embargo, estos horarios afirman que son orientativos "porque antes de la hora te mandaban estar allí para lavar los camiones, limpiar la nave y lo que fuera. Vale, el trabajo no nos asusta pero todas esas horas no las pagaban", dicen.
"El empresario es el rey, sabe que no puedes decir nada porque no tienes papeles y que necesitas el dinero para sobrevivir", añaden. "A los españoles no lo hacen porque saben defenderse", dicen. "Sabemos que nos están explotando pero aceptamos las condiciones porque tenemos que pagar el piso, la comida y mandar dinero a la familia en Africa", dicen. "No podemos ir a la venta ambulante porque tenemos orden de expulsión, no queremos robar ni pedir dinero en la calle ni vender droga pero no podemos trabajar, qué hacemos?", se preguntan. Estos días reciben el asesoramiento y "apoyo moral" del colectivo Asturias Acoge "porque pensamientos negativos pasan por la cabeza", admiten.
FUENTE: La Voz de Asturias
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