El juez Fernando Ferrín Calamita fue condenado ayer por el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJRM) a un total de dos años, tres meses y un día de inhabilitación para empleo o cargo público por retrasar de forma maliciosa la adopción de una menor que había sido solicitada por la compañera sentimental de la madre biológica.
El fallo aprecia el agravante de desprecio a la orientación sexual de la adoptante e incluye una indemnización de 6.000 euros a las afectadas y el pago de las costas, también las de la acusación particular. Con todo, el TSJRM considera que no existió "un plan preconcebido para que la adopción no se produjese", sino que simplemente quiso dificultarla y dilatarla.
Ya en el año 2007, Ferrín Calamita fue expedientado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por causar retrasos en los trámites de adopción. La pareja de mujeres inició el papeleo en mayo del 2006, pero el proceso acabó convirtiéndose en "un vía crucis de trabas y dilaciones absolutamente injustificadas" por parte del juez, según denunciaron las dos afectadas. El magistrado aseguró que no retrasó a propósito el asunto, aunque es cierto que, en paralelo, planteó una cuestión de inconstitucionalidad sobre este tipo de adopciones. Entre otras tretas, Ferrín Calamita encargó un informe psicológico de la adoptante que posteriormente consideró innecesario para tomar una decisión.
PRECEDENTE Antes, el juez había sufrido otra reprimenda del Consejo del Poder Judicial por quitar la custodia de sus dos hijas a una mujer por ser lesbiana. El magistrado, en el auto, equiparó la relación homosexual de la madre con la que pudiera tener con un "toxicómano, pederasta, prostituta" o con un miembro "de una secta satánica". El juez Ferrín Calamita consideró, también, que "el ambiente homosexual perjudica a los menores".
Fuente: lavozdeasturias
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