La Corriente Sindical de Izquierda (CSI) denunció ayer la situación de acoso laboral que sufrió una trabajadora, auxiliar de puericultura, del Jardín de Infancia de Pumarín por parte de la directora del centro. Según el sindicato, debido al acoso, la mujer tiene reconocida una incapacidad absoluta para todo trabajo así como una grado de minusvalía del 47%. Además, afirman que la persecución laboral "está acreditada" a través de diversas sentencias judiciales, informes médicos y resoluciones administrativas. Entre estas últimas, se encuentran resoluciones de la propia Seguridad Social y de la Consejería de Bienestar Social.
Los hechos, según expusieron ayer los representantes sindicales, arrancaron el año 2001 "con un continuo menosprecio" por las labores desempeñadas por la trabajadora, cambio de funciones de forma arbitraria y "humillaciones delante de sus compañeras", según afirma el sindicato. Esta situación, continúa la denuncia de la CSI, provocó en la mujer una depresión reactiva a conflicto laboral. Las sentencias judiciales asocian este cuadro médico al mobbing o acoso laboral, calificándolo de accidente de trabajo. El sindicato dice tener constancia de que otra trabajadora del Jardín de infancia de Pumarín está sufriendo un acoso similar al de la denunciante por lo que se encuentra en un momento de incapacidad temporal.
Ante la gravedad de los hechos denunciados, la CSI ha solicitado a la consejera de Bienestar Social, Pilar Rodríguez, "el cese inmediato" de la directora del centro así como la apertura de un expediente informativo y disciplinario. Asimismo, el sindicato criticó "la pasividad" de la Consejería ante estas situaciones "continuadas en el tiempo y cuyo conocimiento costa a lo largo de estos años". Por último, la Corriente Sindical de izquierda manifestó su oposición "frontal" a que los puestos de directores de centros sean de libre designación, "saltándose una forma de provisión por concurso".
Fuente:lavozdeasturias
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