Medio millar de profesionales relacionados con el trabajo de las personas más desfavorecidas en Vitoria han respaldado a la docena de monitores que atendían junto a los Salesianos a los menores inmigrantes del centro Zabaltzen. Secundan un comunicado de «apoyo y solidaridad» con los educadores, en el que «exigen» a la Diputación «medidas inmediatas» que pongan freno a la «gravísima situación» por la que atraviesa este local, ubicado en la sede de la Cruz Roja.
El Gabinete Agirre suma así más voces críticas a la forma en la que gestiona este delicado asunto, entre ellas, las de la comunidad musulmana, profesores de institutos, el Colegio de Trabajo Social, empleados del Servicio Municipal de Urgencias Sociales y el propio ex alcalde de Vitoria por el PNV, José Ángel Cuerda.
Según explicaron ayer los educadores, el escrito tiene su origen en las críticas a su labor realizadas tanto por el diputado general, Xabier Agirre, como por la responsable de Política Social, Covadonga Solaguren. Ven en ellas un ataque a su «honor profesional» y un intento de «desprestigiarles» para «desviar la atención de la situación actual».
Tanto Agirre como Solaguren habían expresado en los últimos días su descontento con el trabajo de los monitores. Los mismos jóvenes que hace meses saltaron a la palestra para denunciar el «hacinamiento» de los menores extranjeros y rechazar el nuevo proyecto del macrocentro de Molinuevo. Los portavoces de este colectivo recordaron que pasaron a formar parte de la plantilla de la nueva gestora, Izan, un día después de que los Salesianos renunciaran a gestionar este proyecto. Desde entonces, sólo algunos de los educadores han seguido en su puesto de trabajo mientras otros se encuentran de baja «por ansiedad y estrés», según relataron ayer.
Condiciones «indignas»
En el escrito, vuelven a dejar constancia de las condiciones «indignas» en las que, a su juicio, viven los chavales extranjeros y apuestan una vez más por limitar a doce el número de plazas de Zabaltzen. Esto supondría crear al menos tres centros o pisos para prestarles la debida atención. Además de solicitar mejores condiciones laborales para los empleados de esos centros, censuran la «ineficacia e insuficiencia» de las medidas adoptadas en las últimas semanas. Eso sí, rehusaron mencionar nada acerca del motín protagonizado por los chicos el pasado fin de semana.
La carta, que fue ayer entregada al Gabinete del nacionalista Agirre, concluye con un reconocimiento al «inmenso esfuerzo»y la «buena labor» realizados por los monitores en estos años.
La diputada Solaguren declinó hacer comentarios sobre el comunicado y se remitió a sus palabras del pasado sábado, un día después de que los menores se amotinaran junto a la Cruz Roja. Así, apeló una vez más a la colaboración institucional para solucionar este conflicto y anunció que comparecerá en las Juntas Generales el próximo 2 de julio para explicar los pormenores de su actuación.
Fuente: ROSA CANCHO | VITORIA. elcorreodigital
Fuente: ROSA CANCHO | VITORIA. elcorreodigital
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