Todos estos reproches están recogidos en el informe "Entre la desgana y la invisibilidad", de Amnistía Internacional (AI). El texto acaba de ser presentado en una rueda de prensa y con él, la organización pretende sacar al Estado español del letargo en el que, según afirman, está sumido en materia de no discriminación.
Los incidentes racistas, invisibles
AI proporciona un alud de datos para provocar el sonrojo del Ejecutivo. El mayor reproche es el referido a la invisibilidad de las agresiones y los comportamientos racistas por culpa de la falta de diligencia de las autoridades. AI cita el informe RAXEN (Red Europea de Información Sobre Racismo y Xenofobia), que habla de más de 4.000 agresiones anuales de grupos racistas a inmigrantes, indigentes, homosexuales o prostitutas. Todo esto, sin que la administración se preocupe de elaborar un registro de datos sobre este tipo de incidentes
"La ausencia de órganos independientes de investigación", señala la organización en uno de sus documentos, "muestra la falta de voluntad política para conocer su dimensión". En todo el año 2006, concluye AI, no se ha impuesto ni una sola sanción por casos de discriminación étnica en catorce países de la Unión, incluida España. Otro de los motivos de preocupación es la persistencia del miedo a lo diferente en la mentalidad de gran parte de la población. AI usa datos del CIS y otros organismos para afirmar que a 4 de cada 10 españoles les molestaría mucho o bastante tener como vecinos a una familia gitana, o que seis de cada diez asocian de algún modo la delincuencia con la inmigración.
Tratados pasados por alto
Amnistía reconoce que los Gobiernos españoles han hecho algunas cosas bien en los últimos años, como la creación en 2003 del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia, si bien afirman que este organismo no ha hecho lo suficiente para dar visibilidad a este tipo de asuntos. AI considera que pesa mucho más en la balanza las omisiones de la administración española, como la de haber permitido que nuestro país esté entre los únicos 10 estados que no han ratificado el Convenido Europeo contra la trata de seres humanos.
Amnistía no sólo ataca a los dirigentes españoles. Además, se ceba con la Justicia. Afirma que "apenas hay denuncias en los tribunales sobre ataques o discriminación con un componente racista" y que la razón de esta escasez es el miedo de los inmigrantes a expulsiones o represalias. La organización recuerda que todas estas carencias se producen en una sociedad especialmente necesitada de prevención del racismo, porque alberga una importante comunidad gitana que tradicionalmente ha sido marginada y una creciente inmigración. Como solución, Amnistía propone un Plan integral para combatir todas las formas de racismo, que ya estaba previsto en el programa electoral del PSOE, el partido que actualmente ocupa el Gobierno. Para más datos y propuestas, se puede consultar aquí el informe completo.
Fuente: Diario Público
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