
El inmigrante que llega al Principado sabe que hasta que regularice su situación no va a ser fácil. No sólo vivirá en un país ajeno a sus costumbres sino que además tendrá que soportar condiciones más duras que los asturianos. Incluso cuando consiga los papeles. Un informe de CCOO apuntaba hace un mes que el 82% de los que disfrutan de un trabajo regularizado lo hacen en puestos con poca remuneración: peones, oficiales de tercera y especialistas, u oficiales de primera y segunda. En Asturias en torno a 6.000 extranjeros aún no lo han conseguido y viven de manera irregular. Son sin papeles que saben que el arraigo social es la mejor vía para conseguir la documentación.
Pero, cómo viven los extranjeros en Asturias? El informe anual del Centro de Información para Trabajadores Extranjeros (CITE) de CCOO dibuja la realidad del inmigrante. Dice que la mayoría de los que acudieron al centro el año pasado eran ecuatorianos y colombianos. Pero también lo hicieron los españoles que "desean tramitar el acceso de residencia comunitaria de sus familiares". Mientras el número de hombres y mujeres que llegan de esos dos países se mantienen, el de otras nacionalidades como la sudamericana está adquiriendo más peso. Parece que la inmigración también es cuestión se sexo. Las mujeres están detrás de la mayoría de las consultas realizadas el año pasado en el CITE. De hecho casi representan el doble de las que realizaron los hombres. Y por edades la mitad fueron jóvenes de entre 20 a 34 años. A 31 de diciembre del pasado año había en Asturias 14.799 altas de inmigrante en la Seguridad Social.
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