NUEVAS CRITICAS CONTRA EL EQUIPAMIENTO DE NOREÑA.(asturias)
Acusa a Bienestar Social de favorecer las medidas de aislamiento y la incomunicación."Estoy tranquila porque lleva 7 días fugada, pero cuando la cojan no sé si podré hablar con ella".
El Principado asumió la tutela de su hija, pero ella se fuga en cuanto tiene ocasión para volver al domicilio familiar. La madre de una de las menores internas en el centro de Miraflores (Noreña), que prefiere permanecer en el anonimato, denunció ayer el trato que reciben los jóvenes allí alojados, ante la falta de información de los padres, "ignorantes de la dinámica que siguen".
"El mismo día que entró, mi hija estuvo siete días en aislamiento", explicó ayer a LA VOZ la madre de la menor. Se refiere a las áreas de separación de grupo, a las que se deriva, hasta una semana, a los menores que resultan más conflictivos, y que motivó a principios de año una queja de varios educadores ante el Defensor del Pueblo. Este departamento está equipado además con celdas de separación de grupo, donde pueden permanecer aislados hasta 24 horas.
DOS SEMANAS SIN TELEFONO La madre de esta joven siente que su hija, sin haber cometido delitos, sufre en Miraflores medidas de aislamiento mayores que las que tendría en el centro de responsabilidad penal de menores en Sograndio. Entre los castigos que se aplican en el centro de Noreña, asegura que en el centro se le impidió hablar con la joven por teléfono durante 15 días. "Ni siquiera le dijeron que había llamado".
La preocupación por su hija y los menores que conviven con ella en Noreña la llevó a presentar una reclamación en la Fiscalía del Menor, por un caso de una supuesta agresión de un educador a un menor. Entiende que la solución no es fácil. "No es una cosa de un día para otro, pero hay una Ley del menor que tiene que cumplirse. Los menores también tienen derechos", sentencia.
FUGA PARA SU TRANQUILIDAD La joven se fugó en dos ocasiones del centro y buscó refugio en su antiguo domicilio, junto a su madre. Paradójicamente, nadie comunicó las fugas anteriores a su madre hasta que habían transcurrido "tres o cuatro días" desde el abandono del centro. "El niño se fuga bajo la tutela del Principado y nadie les busca", opina la mujer, que se siente impotente ante el trato que, según asegura, reciben los menores internos en este centro.
En los últimos días, la menor se ha vuelto a escapar, y eso disminuye la preocupación de su madre por lo que le pueda ocurrir dentro. "Ahora estoy tranquila lleva siete días fugada, pero no sé si el día que la cojan me van a dejar hablar con ella. Seguramente tendré que llamar al fiscal otra vez", lamenta.
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