20/10/2009 NOELIA RODRIGUEZ
- La familia, ayer, durante el deshaucio.
Foto:FERNANDO ROBLES
La familia de Ramón Gabarri tuvo que abandonar en el día de ayer la que había sido su vivienda durante los últimos 27 años en el barrio de La Magdalena. Tras haber mantenido en los últimos años una batalla judicial con Vipasa, propietaria del inmueble, la empresa pública optó por dar por finalizado el contrato en fechas recientes. "Todo de lo que nos acusaron, que no habíamos pagado el alquiler, que no habíamos renovado a tiempo,... se demostró que no era verdad, pero aún así nos han echado", aseguraba ayer uno de sus hijos, Mario Gabarri.
El hombre se mostró convencido de que la decisión de cesarles el contrato se debe a los problemas de convivencia que tenía una vecina con un hermano suyo, que vivía en el mismo portal, pero en otro inmueble y que ya no se encuentra allí. "Era una cosa con él, nosotros nada teníamos que ver", insistió y recordó que en su piso de la calle Sabino Alvarez Gendín vivían siete personas, entre las que se encuentran dos personas de edad avanzada con dolencias, otros dos "con una discapacidad de más del 65%" y un menor acogido, "el hijo de un hermano".
Tras abandonar su piso a las diez de la mañana, momento en el que se hizo efectivo el desahucio, la familia Gabarri trasladó sus enseres "a un chabolo que nos han prestado" y tenían pensado pasar el día en casa de un hermano. Sin embargo no sabían qué hacer durante la noche ni a lo largo de los próximos días.
Tras haber sido desahuciados por Vipasa no pueden recibir una vivienda que provenga de esta entidad en un plazo de cinco años, según explicó Mario Gabarri. Por ello solicitaron ayuda a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Avilés que tampoco les han servido de mucho porque no les ha encontrado una vivienda. "Nos dijeron que tienen ningún piso en el municipio, que en todo caso habría que mirar en Gijón", indicó Gabarri, que aseguró que "nos quieren echar hasta de la ciudad".
SIN CASEROS Han tratado de buscar una vivienda por su propia cuenta en diversas agencias inmobiliarias, pero al margen de los problemas que suponen el ser un núcleo familiar de siete personas y que disponen de muy escasos ingresos, no han encontrado nadie que les quiera alquilar "por ser gitanos", dicen e insisten en que sigue latente el racismo en la ciudad.
Mario Gabarri insistió en que no quiere que le den una nueva vivienda de modo gratuito. "No nos negamos a pagar un alquiler, estamos al día de los pagos con Vipasa". Además indicó que hablarán con un abogado a fin de encontrar una vivienda ya que considera que les ha sido negada por el hecho de ser gitanos.
La familia Gabarri lleva 27 años viviendo en este piso del barrio de La Magdalena, algo que lamentan no haya tenido en cuenta Vipasa. "Si aquí hasta nació un hermano mío", aseguró Mario. Hace ocho años se optó por alquilarles el piso y al finalizar dicho contrato Vipasa decidió anularlo "sin ninguna otra explicación y sin darnos ninguna alternativa", aseguran.
1 comentario:
La cantidad de prejuicios que hay hacia la comunidad gitana, y la de veces (y de qué manera) que cerramos los ojos y no queremos verlo, cuando son una de las poblaciones (yo diría que casi la que más) más discriminada ahora mismo en España...
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