Como ya sabréis sobradamente, el pasado viernes 24 de abril, se firmó un esperpéntico acuerdo sobre Evaluación y Carrera Profesional a raíz de la convocatoria de huelga para el personal docente. A continuación os transmitimos nuestra opinión sobre el mismo y sobre sus extraños firmantes.
LA APERTURA DEL NUEVO PLAZO DE ADHESIÓN
AL NIVEL 1 DE LA CARRERA PROFESIONAL
En lo que a nosotros (personal no docente) respecta, el Acuerdo (nadie sabe por qué) recoge la apertura de un nuevo plazo de adhesión para el pago a cuenta del primer nivel de la mal llamada Carrera Profesional que se convocó de acuerdo a la Resolución de 18 de mayo de 2007.
Lo primero que hay que decir es que la Administración y los firmantes reinciden en el error jurídico de convocar la adhesión a este elemento retributivo sin el preceptivo respaldo legal que marca el Estatuto Básico del Empleado Público (es decir, la nueva Ley de Función Pública asturiana). Este es uno de tantos argumentos jurídicos esgrimidos en los cientos de recursos presentados contra aquella convocatoria y que están pendientes de pronunciamiento por parte de distintos Juzgados y de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA.
Pero es que, además, el Acuerdo incurre de lleno en la temeridad jurídica al ir contra Sentencias ya recaídas en este tema, y que dicen con la mayor claridad y contundencia que la Administración no puede ni debe establecer la adhesión a la carrera profesional como condición para su cobro, puesto que se debe aplicar de oficio por su parte.
Es decir, y como conclusión, un error que en su momento se cometió con el ruin objetivo de conseguir un puñado de votos para el Gran Tini, se repite ahora con la torpe intención de desactivar las fuertes movilizaciones que se desarrollan en el sector de la docencia.
LOS FIRMANTES: EL PAPELÓN DE LOS SINDICATOS
Llama la atención que los negociadores y firmantes del Acuerdo nada tengan que ver con los convocantes de la huelga: USIPA no tiene representación en el sector y UGT no la convocaba. Y en cuanto a la Administración, en la foto del Acuerdo aparece Ana Rosa Migoya, no el consejero de Educación, Sr. Riopedre, cuyo papel en este Gobierno cada vez suena más desairado.
Aunque mención especial merece el papelón y la connivencia de UGT y CCOO con el Gobierno en su negativa a convocar las Mesas Sectoriales de Negociación (no sólo la de Educación sino también la nuestra, la del personal de Administración y Servicios del Principado, así como la de Sanidad), empeñándose en llevarlo todo a la Mesa General para que sean esas extrañas cúpulas sindicales que nada tienen que ver con el sector en cuestión quienes negocien y no los representantes legítimamente elegidos por los trabajadores en las urnas. Pero claro, en esta tesitura ganan todos: la Administración porque se asegura la paz social y los acuerdos si son las cúpulas sindicales quienes negocian, y las cúpulas sindicales porque se aseguran las subvenciones, los fondos de formación, los liberados, etc., a cambio del pasteleo y la mansedumbre que se traen con el Gobierno.
Basta ver el cisma interno que ahora mismo hay en CCOO, con los enseñantes rechazando el acuerdo de Carrera Profesional que en su día firmó su propio sindicato a la vez que piden la Mesa Sectorial y convocan huelgas, y por otro lado la cúpula ignorando a su sector de Enseñanza torpedeando la convocatoria de la Mesa de Educación con su abstención en la Mesa General.
Los motivos de la huelga docente y el contenido del Acuerdo
La huelga convocada lo era para forzar la desaparición del actual modelo de Evaluación en el ámbito de la docencia, y la convocatoria de la Mesa Sectorial de Negociación para Educación (con el objeto de que los temas educativos sean negociados por los representantes de los docentes y no por sindicatos médicos o por extrañas cúpulas sindicales que nada tienen que ver con el sector). Ninguna de estas reivindicaciones fue contemplada en ese Acuerdo: la Evaluación no se paraliza, y la Mesa Sectorial no se convoca, gracias al voto en contra del Sindicato del Gobierno (UGT) y a la abstención de los representantes de CCOO en la Mesa General (en contra de la opinión de su Federación de Enseñanza). A partir de ahí, cualquier venta del producto está condenada al fracaso por ridícula y falta de contenido real.
Conclusión
Insistimos en nuestros comentarios anteriores y en la postura que venimos manteniendo desde el principio: este modelo de carrera profesional está lastrado desde su mismo inicio por un sinfín de circunstancias espúreas y arbitrariedades que nos hacían oponernos frontalmente a ella, y predecir un rosario de problemas y una batalla judicial larga y complicada. En este momento se están resolviendo decenas de pleitos pendientes en todas las instancias judiciales. Se juega con los largos plazos de la justicia y se aplaza el problema, en vez de convocar a TODAS las partes implicadas (a través de las mesas sectoriales) y plantear una negociación abierta. Se prostituyen los conceptos negociación, representación y participación, y se sustituyen por imposición, precariedad y subordinación. Ellos sabrán lo que hacen, nosotros sabemos lo que debemos hacer, y cada cual será responsable de lo que firma. Somos muchos los que estamos cansados y cansadas de que jueguen con los intereses de los empleados públicos.
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