
- El 2008 constata un aumento del racismo institucional en Europa hacia las personas inmigrantes y el pueblo gitano. Desde SOS Racismo alertamos sobre la necesidad de marcar un límite a esta situación puesto que el camino puede ser irreversible. Ya no solo no avanzamos en la materialización y cumplimiento de los derechos humanos si no que éstos son cuestionados y vulnerados sin rubor.
- La crisis económica ha sido precedida mucho antes, por una crisis de valores con una pérdida y abandono precisamente de aquellos que nos hacen crecer como personas y como sociedad. El racismo es una consecuencia de este contexto, se vulneran sin contemplaciones los derechos humanos y se abre la puerta a otras injusticias sociales. La desigualdad de derechos y oportunidades afecta a la población inmigrante recién llegada, a las personas ya asentadas y también de forma preocupante a sus hijos e hijas.
- Racismo institucional y social son proporcionales puesto que el primero legitima y abriga al segundo. Existe un binomio entre el racismo perpetrado desde las estructuras institucionales a través de leyes, discursos y otras iniciativas políticas y el racismo del ciudadano anónimo, Por ello no es desmesurado decir que si se sigue en esta línea asistiremos a un aumento del racismo social los próximos años. La propuesta de reformar la ley de extranjería conlleva un aumento de este racismo institucional.
- No se puede afirmar rotundamente que la crisis implique de por si un aumento del racismo y la xenofobia; como es absolutamente falso que un aumento de la inmigración provoque un aumento del racismo. De la gestión de la crisis, del análisis que se haga de ella y de las políticas que se realicen para combatirla, derivará o no un aumento del racismo social. La política y discursos del gobierno, están fomentando la xenofobia al insistir en vincular crisis e inmigración y al recortar políticas sociales y de integración.
- La pasividad ante el recorte de derechos de un colectivo abre la puerta a su extensión a otros sectores sociales tal como ya ha demostrado la historia. Es nuestro deber garantizar un mundo más justo para las generaciones futuras, por ello la defensa de los Derechos Humanos y la lucha contra el racismo nos debe implicar a todos y todas.
• El gobierno español se pone al frente del blindaje y externalización de fronteras a nivel europeo provocando muertes y desapariciones y el aumento del racismo institucional también se consolida en un cambio de discurso y en las propuestas de leyes. Se impone la visión utilitarista de la inmigración, se vincula ésta a la crisis y se estigmatiza a los y las inmigrantes en situación irregular.
• Este año se sigue anteponiendo la política de extranjería a las política de infancia, además se apuesta por negar por todos los medios la condición de menores de las víctimas más vulnerables de la inmigración. Las consecuencias de estas políticas se agravan con la llegada de menores subsaharianos y con la Directiva de retorno.
• Se mantienen los abusos y maltratos por agentes de seguridad públicos, este año se han impulsado medidas políticas para su erradicación pero son iniciativas aisladas.
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