viernes, octubre 31

Uno, dos y tres... asuntos sociales


S OY de los que piensa que en política ningún hecho es menor, pero en política social, además, cualquier hecho, aparentemente menor, es trascendente, y así debe ser. La política de lo pequeño, la que afecta al ciudadano en sus mínimas expresiones, determina la vida de tal modo, que los análisis genéricos que niegan la mayor de lo pequeño, aunque técnicamente sean irreprochables, humanamente son erráticos. Hemos asistido a un parón en las negociaciones de acuerdo de gobierno para Asturias porque se han enredado en ellas asuntos para algunos nimios, pero que, en conjunto, son de enorme trascendencia.

Desde la Consejería de Bienestar Social, y durante esta legislatura, se han empeñado en deshacer y reinventar políticas que habían demostrado su eficacia y que estaban ajustadas a ley y derecho.

El Plan General de Residencia del ERA, que se aprobó en 2003, redefinía las residencias de ancianos como espacios socio-terapéuticos, abiertos a la comunidad, donde la simple estancia de los mayores se complementaba con una serie de servicios en horario de mañana a cargo de técnicos cualificados que permiten la mejora de la vida de las personas que viven en ellas. En dichas residencias se llevaban a cabo tareas terapéuticas que mejoraban la calidad de vida de los ancianos dependientes (algo que solamente ocurre, de forma general, en las residencias públicas o concertadas).
Pues bien, una resolución de la gerencia del ERA de hace dos semanas anuló el contrato de dichos trabajadores (técnicos de no más de 700 euros/mes y largos desplazamientos) y pretendió privatizarlo otorgando su concesión a una empresa que por idéntico servicio se iba a embolsar los beneficios del contrato de gestión y convertir a los trabajadores, ya de por sí precarios, en machacas cualificados de 400 euros/mes, purgando previamente la plantilla. Resultado, a día de hoy ninguna residencia cuenta con este servicio, y a los ancianos que les den. La gestión pública de las plazas residenciales garantiza la calidad de la atención, porque permiten dotarse de personal cualificado, pagado según convenio y con horario laboral acorde con las necesidades del servicio. Y, si no se cree, visítense residencias privadas y véanse las condiciones infernales a las que están sujetos los trabajadores, y su repercusión en la calidad de vida de sus moradores, de modo que la discusión sobre lo público o lo privado tiene que ver con la calidad y no con la ideología (¿o la calidad e ideología son la misma cosa?; que se lo pregunten a Esperanza Aguirre). En pequeños municipios es muy difícil encontrar personal cualificado que quiera trabajar en dichos establecimientos. El salario, frente a los costes de desplazamiento y estancia de los trabajadores, hace que en este tipo de municipios los pequeños centros sean viables solamente con trabajadores del entorno. Ahí sí puede tener sentido la gestión privada o concertada, pero siempre en unidades de convivencia de pequeño tamaño (mini-residencias o viviendas tuteladas).

En política de infancia, haber hecho la vista gorda con los conflictos de atención a los menores extranjeros no acompañados, en la Unidad de Primera Acogida, ha generado un conflicto de una magnitud extrema que no acaba de resolverse por ineficacia de quienes son responsables de tomar decisiones, y que repercute en los derechos de los propios menores y del personal, algo que, como mínimo, es reprobable políticamente, y que puede constituir hasta un delito de omisión.

De la política de adopciones mejor no hablar. La gestión privada de las idoneidades está demostrando la sinrazón de privatizar ciertos servicios sensibles, pero para algunos no es más que un debate ideológico entre la vieja izquierda y las modernas formas de gestión socialdemócrata (con tufo liberal, eso sí).

Fuente: El comercio/ Juan Igancio González

No hay comentarios:

La Procuradora exige a Asturias que mejore la atencion a los menores



Asturias carece de un modelo concreto de atención a los menores no acompañados que residen en centros de acogida. Así de claro lo dice María Antonia Fernández Felgueroso, Procuradora General de Asturias, en su informe sobre la situación de este colectivo presentado ayer en la Junta General del Principado.

El avance de la investigación recomienda a la Consejería de Bienestar Social que acometa una serie de medidas para mejorar la situación de los menores alojados. Reclama primero que establezca un análisis de situación, de las demandas y de las previsiones del fenómeno. Solicita también un estudio de los recursos y medios disponibles y, en su caso, de los que serían necesarios.

El informe de la procuradora insta también a la Administración del Principado a articular los mecanismos de coordinación entre Bienestar Social, Educación y Salud para lograr una atención integral de los menores. Lo que siguen son las principales recomendaciones de la procuradora.

ACCION PROTECTORA

Reducir las demoras en las distintas fases.

La procuradora recomienda específicamente agilizar las distintas fases del proceso de protección de estos menores. Así, reclama a la Administración que facilite la atención inmediata, acogimiento incluido, de estos adolescentes aunque se tengan dudas sobre su minoría de edad.

Solicita también que se cumpla la limitación temporal de 45 días que fija la ley para la estancia de los menores en la unidad de primera acogida.

El trabajo conocido ayer insta a la Administración a asumir la tutela del menores de forma inmediata para evitar que, durante la fase de estudio sobre las circunstancias del afectado, el adolescente quede privado o aminorado en sus derechos.

Las posibles repatriaciones, la procuradora es clara y afirma que la oportunidad de retorno sólo deberá ser apreciada cuando existan garantías en el interés superior del menor.

Asimismo, el informe solicita a la Administración que documente al menor y tramite su residencia con la mayor agilidad posible y sin esperar a los nueve meses previstos en la ley.

Sería aconsejable, dice el informe, la elaboración y entrega a los menores de un documento provisional que les permita realizar las gestiones de la vida diaria. Fernández Felgueroso solicita también, que culminada la estancia del menor en la unidad de primera acogida, la Administración, previa audiencia con el afectado, dicte una resolución expresa y motivada sobre la mejor medida de protección aplicable.

Preparar a los menores para su inserción laboral

Por ello resulta imprescindible, según la procuradora, la adopción de programas específicos de inmersión lingüística.

Fernández Felgueroso recomienda acompañar la inmersión lingüísticas de acciones formativas que preparan a los menores para el empleo.

La Administración debe garantizar también que los menores sean informados plenamente y en un idioma, que entiendan las pruebas y revisiones médicas que se les practiquen y los posibles tratamientos.

El informe de la oficina de la procuradora subraya que el consumo de sustancias tóxicas es residual y solicita una mayor atención por parte del sistema sanitario para esta problemática.

Informe

Copyleft


"Todo regalo verdadero es recíproco. El que da no se priva de lo que da. Dar y recibir son lo mismo" (Borges)

Creative Commons License

Salvo indicación expresa, todos los contenidos de esta página están sindicados bajo una licencia Creative Commons. Puedes usarlos y modificarlos, siempre que no se haga con fines comerciales y se cite al autor.