
Cáritas recoge a pie de calle las consecuencias de la crisis económica. El director de la organización en Asturias, Adolfo Rivas, no dudó un segundo al asegurar que en los últimos tiempos están recibiendo «una avalancha» de peticiones de ayuda de personas que no pueden pagar la hipoteca. Rivas se lamentó de la situación, pero aclaró que Cáritas no puede ayudar a pagar hipotecas. El director de la organización fue contundente: «Nos encontramos en una crisis económica. Independientemente de que la reconozcan o no, las entidades que estamos en primera línea social podemos certificar que existe y que está afectando a los colectivos y personas que se encontraban en situación de vulnerabilidad social». Y lo certifican en programas que la organización desarrolla con inmigrantes o en iniciativas como «Calor y Café». «Cáritas ya venía constatando y haciendo público que, aunque la exclusión y la pobreza severa disminuían en Asturias, existía un gran número de personas en situación de vulnerabilidad y algunas de ellas comienzan a cruzar la línea hacia la exclusión y muchas más se acercan a ella». «En "Calor y Café", que es un buen indicador de la situación, no se da abasto», explicó Rivas.
El responsable de Cáritas en Asturias puso sobre la mesa dos casos: por un lado, los inmigrantes con hijos, «que tienen mucho miedo a quedarse sin vivienda», y por otro, la trágica situación «de padres que abandonan a su familia porque ya no soportan la situación». Adolfo Rivas no escatimó tampoco críticas para la sociedad y las administraciones. «Una parte de la sociedad tiene la visión y la sensación de que el problema no es responsabilidad directa suya y delega en las administraciones», considera Rivas, que encadena que «es un planteamiento mucho más cómodo» para el ciudadano, «que ya cumple pagando sus impuestos», y para las administraciones «que ven como gran parte de las organizaciones sociales se convierten en convenientes y eficaces entidades prestadoras de servicios».
Adolfo Rivas hizo estas apreciaciones en la presentación de la memoria de Cáritas Diocesana de Asturias correspondiente a 2007. El año pasado, Cáritas atendió en Asturias a 17.737 personas y tuvo un presupuesto de 4.557.278 euros, de los que el 68 por ciento eran fondos propios y el 32 por ciento restante, subvenciones. Pero no es suficiente. La prórroga presupuestaria del Gobierno Regional también afecta a Cáritas.
El director de la organización lanzó dos señales de alarma. En la comunidad terapéutica «La Santina» «hay alcohólicos que tienen que esperar seis meses para ser atendidos»; el Centro de Encuentro y Acogida (CEA) está abocado al cierre y el Albergue Casa de acogida «Cano Mata», «tiene una planta cerrada». «Cuando se discute de la prórroga presupuestaria se habla de nosotros, pero no se habla con nosotros», puntualizó el director de Cáritas.
La organización tiene en Asturias 1.754 voluntarios, 142 sacerdotes implicados y 84 personas contratadas. Desde Cáritas parroquiales y arciprestales se atendió a 4.555 personas y 8.662 familias. Desde los programas sectoriales se atendió a 4.652 transeúntes e indomiciliados; 242 toxicómanos, 30 mujeres reclusas o ex reclusas, 524 niños y adolescentes; 519 desempleados; 2.834 personas mayores y 274 inmigrantes.
En total, según los datos facilitados por Paloma Gallego, secretaria general de Cáritas, se participó en 52 proyectos. Aunque la organización advierte de los problemas, también reconoce que la tarea realizada en 2007 ha sido positiva. Los responsables de Cáritas en Asturias destacaron el aumento del número de voluntarios «en unos tiempos que juegan en contra». Entre los principales logros están la nueva sede de la calle González del Valle, que permite una mayor coordinación de las actividades. Además, en Oviedo han organizado una asamblea «que ha supuesto el broche a un proceso participativo ejemplar, con el concurso del 80 por ciento de los voluntarios». Un año de logros pero que abre nuevos retos para el futuro.
Fuente. La nueva España
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