48 familias que no pudieron controlar a sus hijos cedieron la tutela al Principado

Según el diario el Comercio:
"48 familias asturianas tiraron la toalla en 2007 respecto a la educación de sus hijos. Y lo hicieron porque se sentían incapaces de controlar su conducta. Su rendición ante los que han sido calificados como 'niños tiranos' o afectados por el 'síndrome del emperador' (aquellos que reaccionan violentamente ante el primer 'no' que les dan sus padres) no fue definitiva, sino que pidieron ayuda al Principado para que asumiera la custodia temporal del adolescente, al verse impotentes para frenar su agresividad, tanto en el seno familiar (ha habido casos de hijos que pegaron a sus madres o abuelas) como en el escolar (ataques a otros compañeros o contra el material del colegio).
La cifra supone un crecimiento del 37% respecto al año anterior. Ante esta situación, el Instituto Asturiano de Atención a la Infancia, Familia y Adolescencia ha puesto en marcha un grupo de trabajo multidisciplinar, en el que participa la Universidad de Oviedo, así como la Consejería de Bienestar Social y, también, la Dirección General de Justicia, para buscar soluciones a un problema que va más año a año.

Así lo aseguró a EL COMERCIO la directora general del citado departamento, Eva Sánchez, quien se mostró preocupada «por este tipo de casos, que van en aumento y afectan a familias que no responden al perfil habitual de los expedientes de protección». Se refiere Sánchez a que los protagonistas no son familias desestructuradas o con problemas económicos, sino que son padres sin desajustes afectivos o económicos. A pesar de ésto último, o precisamente por ésto, el menor crece en un ambiente de permisividad que, cuando llega el primer 'no' de sus padres (según los expertos, a partir de los 11 años) responde con rebeldía.

Y estos 'niños tiranos' se están convirtiendo en el principal protagonista de los expedientes de protección del Instituto Asturiano de la Infancia, al menos los que más crecen, puesto que en 2007 disminuyeron los expedientes a familias por trato negligente, protagonistas absolutas en años anteriores, o por maltrato. Por ese motivo, Eva Sánchez plantea actuaciones «con los padres, para proporcionarles las herramientas adecuadas para que puedan controlar a sus hijos y, sobre todo, impedir que se llegue a estos extremos».

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