Los propios responsables de Cáritas, que han llevado a cabo el primer proyecto integral de estas características que tiene lugar en el municipio, se han mostrado sorprendidos por el éxito de afluencia. "Pero el gran logro que estamos observando es que los usuarios lo reconocen como su propia casa", admite Zoraida Sienra, coordinadora del programa de sin techo de Cáritas Diocesana.
El centro de día está recibiendo una media de 50 visitantes diarios, pero los fines de semana se dispara la afluencia. Al parecer, los sábados y domingos llegan a recibir hasta 60 personas, cuando las instalaciones han sido concebidas con un aforo máximo de 45 transeúntes. "Nos arreglamos como podemos, pero sobre todo, en esos momentos ves la solidaridad de estas personas, que acogen a los nuevos y siempre les hacen un hueco", dice Zoraida.
Dos educadoras y dos intendentes más cuatro voluntarios trabajan para hacer del centro un lugar agradable de encuentro. Los responsables de Cáritas están preparando los tres primeros talleres dirigidos a este colectivo y que tendrán lugar en las instalaciones. La higiene personal, proyecciones de películas con un debate posterior y manualidades serán las temáticas de las actividades. Según la coordinadora del programa, la idea es que los usuarios ocupen su tiempo en "compartir y enriquecerse".
Continúa en activo el operativo de Cáritas para atraer a más usuarios y fidelizarles al centro. Los voluntarios salen a la calle los martes para informar a los sin techo del nuevo espacio del que disponen. Los puntos estratégicos son la zona comercial de la calle Uría y los alrededores de las estaciones de tren y autobús, así como la plaza del Fontán y el parque del Campillín.
Según Cáritas, la mayor parte de los habituales de estas zonas de la ciudad ya prefieren pasar el tiempo en el centro. En la gran sala de estar, que es como un gran salón, conviven los usuarios. Pueden tomar un café, jugar al dominó con sus compañeros y hasta buscar trabajo en las ofertas de empleo de los periódicos. En esa habitación se encuentran duras historias vitales, como la de Emma, quien dice haber encontrado un hogar en el nuevo centro de día. "Aquí la gente no me margina, te sientes entre iguales y puedes charlar con todos", explica. Esta mujer de 41 se vio empujada por circunstancias personales a vivir en la calle. Ahora recibe la atención del Centro de Encuentro y Acogida (CEA) para toxicómanos y se siente muy recuperada después de un agravamiento transitorio del SIDA que padece, además de los ataques epilépticos. "Aquí me cuidan bien", dice la mujer, nacida en León.
Emma pone cara a los primeros datos que maneja Cáritas sobre los usuarios del centro. Durante el pasado mes de enero, 242 personas pasaron por las instalaciones, con una media diaria de usuarios de 48. Del total, la inmensa mayoría --216-- son hombres. Más de 50 transeúntes utilizaron el servicio de lavado de ropa, mientras que casi un centenar se vieron beneficiados de la posibilidad de ducharse en el propio equipamiento.
Según revelan las estadísticas que maneja la ONG de la iglesia, la mayor parte de los usuarios tiene entre 41 y 50 años y sus problemáticas más frecuentes son drogodependencia, alcoholismo y trastornos mentales. 03/03/2008.
Fuente: La voz/Foto Armando Alvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario