jueves, septiembre 11

María Isabel, la defensa de las lágrimas

«Sufrí mucho en este mundo: trabajé desde niña, por eso nunca fui a la escuela y no se leer ni escribir. Ahora sólo quiero morir tranquila en este piso que compré con sudor». Las palabras, ahogadas en llanto, son de María Isabel Antuña, una octogenaria que pasado mañana, jueves, día 11, se enfrenta a una audiencia previa en los Juzgados de Oviedo. El Gobierno regional, en concreto el ente Viviendas del Principado de Asturias (Vipasa), ha abierto diligencias judiciales en su contra con el fin de desahuciarla de la vivienda de protección oficial que adquirió en 1989. Alegan que debe 2.383 euros, que corresponden a veinte cuotas impagadas, y, en concepto de daños y perjuicios, le piden el pago de 11.589 más. María Isabel Antuña niega la mayor.

«Vivo sola, jamás le hice daño a nadie y ahora que estoy a punto de pagar este piso me quieren echar. Cuando más pobres, más injusticias. Sólo pido tranquilidad», decía ayer esta mujer que ve pasar la vida desde la ventana de su dormitorio, con vistas a una calle sin salida del barrio de La Magdalena. Sufre insuficiencia renal crónica y en 2001 le amputaron una pierna. Apenas distingue la denuncia de la publicidad del supermercado que llega a su buzón -el DNI lo firma con su huella dactilar-, pero se sabe de memoria los pagos que mes a mes y durante años sufragó a Vipasa. María Isabel Antuña cuenta con el apoyo de uno de sus hijos, Luis Aguado, y con el asesoramiento del despacho Amago Abogados. Su caso lo llevan los letrados Miguel Ángel Fernández y Arturo García.

Ambos abogados consideran «incierto» que María Isabel Antuña no aportara el pago inicial de la vivienda, que ascendía a 153.942 pesetas. Corría el año 1989. «Hemos encontrado el recibo en el que el entonces notario de Avilés, Enrique Santiago Rajoy, justificaba el pago de compraventa de la vivienda por lo que no podemos dar por válida la acusación que promueve el Principado», explicó García. Añadió, además, que María Isabel Antuña percibe una pensión de viudedad por importe de 526 euros. «Ello explica que, necesariamente, hayan existido ciertos desajustes y retrasos en el cumplimiento de los pagos, pero es de subrayar que en ningún momento ha habido voluntad obstativa (de oposición) al pago; sencillamente sus ingresos son mínimos», destacó.

Los letrados, por otra parte, cifran la deuda de María Isabel Antuña con el Principado en 1.431 euros, 952 menos que el Gobierno regional. En cuanto al dinero que pide Vipasa en concepto de daños y perjuicios al no poder alquilar ni disponer del inmueble durante más de 18 años y el deterioro sufrido por la vivienda, los abogados de la defensa afirmaron que tal exigencia económica carece de soporte probatorio. Con todo esto, los letrados de la avilesina María Isabel Antuña pedirán el jueves en el Juzgado de Oviedo que se desestime íntegramente la demanda.

«No se trata de un contrato entre dos partes privadas, sino que una de ellas es la Administración pública, con una incuestionable vocación de servicio público al ciudadano. Hay que tener en cuenta que este piso se adjudicó a nuestra cliente precisamente por falta de recursos económicos», sentenciaron los letrados.

María Isabel Antuña, mientras tanto, vive ajena a los trámites judiciales, pero es consciente de que el jueves su futuro se decidirá en Oviedo. Más allá del portal número 4 de la calle Luis Bayón le espera la calle. Nadie le ha ofrecido por el momento una alternativa al desahucio. Por eso, desde hace meses apenas duerme, sólo llora. En su vivienda aún cumple como ama de casa. «Si me quedo quieta la enfermedad me puede, así que cada día hago la comida y mi cama. Algunos días a la semana viene una asistente, pero yo estoy fuerte, aunque en una silla. Sólo quiero tranquilidad, por favor», suplicó esta mujer.

Su hijo trabaja la mayor parte del año en el extranjero y no encuentra consuelo para su madre. Repite hasta la saciedad: «Esto es una injusticia que no hay quien entienda». Su madre, mientras tanto, le pide más bien inquieta: «Yo quiero morir aquí»

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La Procuradora exige a Asturias que mejore la atencion a los menores



Asturias carece de un modelo concreto de atención a los menores no acompañados que residen en centros de acogida. Así de claro lo dice María Antonia Fernández Felgueroso, Procuradora General de Asturias, en su informe sobre la situación de este colectivo presentado ayer en la Junta General del Principado.

El avance de la investigación recomienda a la Consejería de Bienestar Social que acometa una serie de medidas para mejorar la situación de los menores alojados. Reclama primero que establezca un análisis de situación, de las demandas y de las previsiones del fenómeno. Solicita también un estudio de los recursos y medios disponibles y, en su caso, de los que serían necesarios.

El informe de la procuradora insta también a la Administración del Principado a articular los mecanismos de coordinación entre Bienestar Social, Educación y Salud para lograr una atención integral de los menores. Lo que siguen son las principales recomendaciones de la procuradora.

ACCION PROTECTORA

Reducir las demoras en las distintas fases.

La procuradora recomienda específicamente agilizar las distintas fases del proceso de protección de estos menores. Así, reclama a la Administración que facilite la atención inmediata, acogimiento incluido, de estos adolescentes aunque se tengan dudas sobre su minoría de edad.

Solicita también que se cumpla la limitación temporal de 45 días que fija la ley para la estancia de los menores en la unidad de primera acogida.

El trabajo conocido ayer insta a la Administración a asumir la tutela del menores de forma inmediata para evitar que, durante la fase de estudio sobre las circunstancias del afectado, el adolescente quede privado o aminorado en sus derechos.

Las posibles repatriaciones, la procuradora es clara y afirma que la oportunidad de retorno sólo deberá ser apreciada cuando existan garantías en el interés superior del menor.

Asimismo, el informe solicita a la Administración que documente al menor y tramite su residencia con la mayor agilidad posible y sin esperar a los nueve meses previstos en la ley.

Sería aconsejable, dice el informe, la elaboración y entrega a los menores de un documento provisional que les permita realizar las gestiones de la vida diaria. Fernández Felgueroso solicita también, que culminada la estancia del menor en la unidad de primera acogida, la Administración, previa audiencia con el afectado, dicte una resolución expresa y motivada sobre la mejor medida de protección aplicable.

Preparar a los menores para su inserción laboral

Por ello resulta imprescindible, según la procuradora, la adopción de programas específicos de inmersión lingüística.

Fernández Felgueroso recomienda acompañar la inmersión lingüísticas de acciones formativas que preparan a los menores para el empleo.

La Administración debe garantizar también que los menores sean informados plenamente y en un idioma, que entiendan las pruebas y revisiones médicas que se les practiquen y los posibles tratamientos.

El informe de la oficina de la procuradora subraya que el consumo de sustancias tóxicas es residual y solicita una mayor atención por parte del sistema sanitario para esta problemática.

Informe

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