Las palabras insumisión y boicot vuelven a cruzarse en el camino del sistema educativo asturiano. Los sindicatos hicieron ayer un llamamiento al profesorado para que haga un frente común contra el plan del Gobierno del Principado de evaluar su labor en las aulas y para que se nieguen a participar en todas las actividades que les proponga la Consejería de Educación. La propuesta parte de la Junta de Personal Docente no Universitaria, órgano que integra a todas las organizaciones con representación, que considera que esta forma de actuar es mercantilista y que no responde a los criterios de calidad que merece la escuela pública. Incluso vaticinan los problemas organizativos que esta iniciativa causará en los centros, ya que supone una carga de trabajo que no redundará en beneficio de los estudiantes.
Los sindicatos ya hablan de "un otoño caliente". Como todavía no se sabe en qué va a consistir exactamente la evaluación del profesorado, qué criterios se seguirán y cuándo arrancará --aunque ya son conscientes de que será a lo largo del curso que hoy comienza--, por el momento sólo recomiendan a los docentes que se nieguen a realizar cualquier gestión que les pidan o a rellenar los documentos que les pasen relacionados con este plan. Para ampliar la información se pondrán en contacto con todos los centros.
La junta de personal también se dirige a la Administración. Exige la retirada inmediata de esta normativa --que es común a los funcionarios del Principado y que ya ha salido publicada en el BOPA-- y la apertura inmediata de negociaciones. Aunque no da un plazo concreto, señala que si el Gobierno no rectifica comenzará a convocar asambleas y a programar medidas de presión, "sin descartar ninguna", lo que supone una velada referencia a la huelga.
EL DETONANTE La reacción sindical es consecuencia de la reunión con el consejero, José Luis Iglesias Riopedre, mantuvo el martes con los directores de Primaria y Secundaria y en la que les informó que ellos, junto con el servicio de Inspección, serían los encargados de evaluar y puntuar al profesorado, dentro de un plan experimental, que en el futuro podría traducirse en incentivos. Riopedre les dijo a los directores que además era una forma de "reforzar su autoridad" dentro del claustro.
Por qué la junta de personal considera que este programa es tan negativo como para llamar a la insumisión? Existen dos clases de motivos. El primero es que la iniciativa no ha sido negociada, por lo que creen que se está vulnerando la LOE, que exige la participación de los docentes en cualquier proceso de evaluación y que sólo faculta a los inspectores para realizarla y no a los directores. La segunda causa es que "no responde a ningún criterio de mejora de los centros". Los sindicatos piensan que puede causar "graves disfunciones", al aumentar la burocracia interna de los colegios.
Por su parte, la asociación de directores de Secundaria se mantiene a la expectativa. En principio, su presidente, Francisco Alonso, cree que no tiene porqué ser negativo, pero aún no conocen en qué consistirá la evaluación. Alonso adelanta que puntuarán aspectos como los cursos de reciclaje y formación y que habrá notas comunes para todos los profesores, relacionadas con el funcionamiento de los propios centros.
Fuente:lavozdeasturias/SDM
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