La escuela no es una isla. La sociedad cambia, las familias también y en la comunidad educativa aparecen nuevas figuras necesarias para afrontar esas transformaciones. Si hace 20 años un psicólogo podría resultar un elemento extraño dentro de un colegio, hoy es una pieza fundamental para el normal desarrollo de los centros. Oviedo acoge un congreso internacional de Psicología y Educación en el que un millar de personas compartirán sus experiencias, estudios y propuestas. Por el momento, el diagnóstico está claro. Existe un "divorcio" entre los padres y el profesorado que dificulta la formación, la convivencia se ha degradado y la pérdida de autoridad es cada día mayor. Sin embargo, piensan que se magnifica el tema de la violencia. El presidente del congreso, Julio Antonio González-Pienda, ha constatado una reducción en el número de casos, aunque es consciente de que la agresividad que antes se mostraba hacia los objetos ahora se concentra en las personas.
Estos fueron algunos de los temas que se abordaron en la primera jornada. Además del propio González-Pienda, intervinieron el presidente de la asociación nacional de Psicología y Educación, Jesús Beltrán; y el presidente de la asociación internacional de Psicólogos Escolares, el inglés Peter Farrell. En la inauguración oficial participaron el consejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre, y el rector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez.
González-Pienda se felicitó de que los centros de Secundaria cuenten ya en su plantilla con un psicólogo, pero reclamó a las administraciones que esta misma política se extienda también a Primaria, ya que son en esos primeros cursos en los que se forjan los problemas --originados por el consumismo, internet y la falta de valores instrumentales-- y dónde es más fácil atajarlos. Iglesias Riopedre recogió el guante. En su intervención, explicó que desde este curso están funcionando en Asturias equipos de orientación en 6 grandes centros de Primaria que disponen de 3 líneas. El resto de los colegios son atendidos por equipos de zona. Pero la aspiración de Riopedre es que, a medio plazo, cada colegio disponga de sus propios profesionales.
Frente al autoritarismo y la falta de entendimiento, "flexibilidad mental". Es el consejo de Jesús Beltrán, el profesional que más claro ve el "divorcio" entre docentes y familias. Beltrán piensa que deben trabajar de forma conjunta para mejorar el rendimiento, porque señala que se ha demostrado que las buenas notas están directamente relacionadas con el interés de los padres, que son quienes deben despertar la curiosidad en el niño. Además, deben atender a la maduración personal de los estudiantes y a su convivencia, "ya que los arquitectos de los sentimientos son los padres y sin ellos los profesores no podrían hacer nada".
Farrell dio una visión internacional de la situación de la escuela. Señala que la compleja situación que atraviesa la escuela española es común al resto de los países europeos. Peter Farrell señala que los profesores necesitan de la ayuda de los psicólogos escolares porque su especialización les da habilidades y herramientas para afrontar conflictos. Por eso reclama un incremento de las contrataciones.
Fuente:SDM/ la Voz de Asturias
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